Pues desde el Domingo por la noche empecé a sentir un ligero malestar en la garganta, pero confiado de que seria pasajero, me fui a dormir todo tranquilo. Resultado? no pude descansar, y ni pegue el ojo en toda la noche, me desperté, con fiebre y un malestar cabron en la garganta.
A las 5 Am del Lunes con el malestar encima y sintiéndome de la chingada, me tome unos medicamentos que me hicieron bien. Pedí permiso para no ir a trabajar y los buenazos de los jefes me dijeron que no había pedo. Al final, algo que empezó mal, termino a toda madre, porque ese día extra de descanso me sirvió un chingo y ahora la verdad me siento a toda dar.
martes, 9 de octubre de 2007
Empezando la Semana
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