domingo, 24 de febrero de 2008

Fragmentos

"Bueno, pues muchas veces me imagino que hay un montón de críos jugando a algo en el campo de centeno y todo eso. Son miles de críos y no hay nadie cerca, quiero decir que no hay nadie mayor, sólo yo. Estoy de pie, al borde de un precipicio de locos. Y lo que tengo que hacer es agarrar a todo el que se acerque al precipicio, quiero decir que si van corriendo sin mirar adónde van, yo tengo que salir de donde esté y agarrarlos. Eso es lo que haría todo el tiempo. Sería el guardian entre el centeno y todo eso. Sé que es una locura, pero es lo unico de verdad que me gustaría hacer. Sé que es una locura."

Extraido de El Guardián entre el Centeno de J.D. Salinger.

"...conseguí que dos de ellos me hiciesen de guías. Después de muchas aventuras que no hace falta que describa y de recorrer una distancia que no mencionaré, en una dirección que me reservo, al final llegamos a una región del país que nadie ha descrito nunca..."

Y Gladys...¡oh, mu Gladys!...Gladys, la del místico lago, que ahora sera renombrado como Lago Central, de ningun modo alcanzará la inmortalidad gracias a mí. ¿Pero, no habia advertido yo que en su naturaleza había alguna fibra inflexible? ¿Pero, no percibí, incluso en los tiempos en que estaba orgulloso de obedecer sus órdenes, que debia ser, seguramente, un amor muy pobre aquél que era capaz de enviar a su amado hacia la muerte o hasta un peligro que puede llever a su aniquilación?¿Pero, en mis pensamientos más íntimos, que siempre se repetían y siempre dejaba a un lado, no notaba, más alla de la belleza del rostro, e internándome dentro del alma, las sombras gemelas del egoísmo y de la incostancia, destancandose sombrías allá en el fondo? ¿ Amaba ella lo heroico y lo espectacular por la nobleza que encerraba o iba a detrás de la gloria que pudiera reflejarse sobre sí misma sin esfuerzo ni sacrificio?

El Mundo Perdido, de Sir Arthur Conan Doyle.

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