Estas y otras noticias son las que leemos todos los días en los diversos medios informativos. Es triste como el periodico se ha vuelto un cumulo de noticias sumamente negativas. Que si el problema del agua, que si la reforma energetica, que si los gusanos en las barras de cereal, que si Blanco Pajon manejo los dineros (Escrito a proposito) de manera indebida, que si los operativos en Sinaloa, que si la muerte de un hijo de conocido narco, que si la directiva de Acción Nacional renuncio, que si el cuarto de guerra, que no hay mujeres en el gabinete de la jefa, que si el problema de la Japay y la Profepa, que si Wafe Kuri, que si el cabron que filma las nalgas de las viejas en el centro de la ciudad, que si esto que si lo otro.
Sinceramente, hay que tener huevos para no deprimirse ante tanta mierda. Y ni hablemos de los problemas cotidianos. Que si hay que comprar esto, que si hay que comprar lo otro, que si las broncas en la chamba, que las cuentas por pagar, etc etc etc.
Personalmente, me gusta estar lo mas informado que se pueda. Pero a veces tengo que tirar el Diario porque simplemente me cuesta trabajo lidiar con tanta porqueria.
Afortunadamente, cuando veo a mis amigos, a mi familia, y a ciertas personas, recuerdo que no todo puede ser malo. Que aun hay algo bueno por lo que vivir, o luchar. Sueños, Ilusiones, Anhelos...
Tengo mi oasis en medio del desierto. Cual es? Las clases de Ingles. Primero, porque es algo que realmente disfruto, y segundo, porque el ambiente entre los compañeros es sumamente relajante y de buena vibra. Hace poco, se integro un amigo muy querido, y eso, de alguna manera hizo que fuera todavia mas amigable el tomar dichas clases.
Cuando siento que me ahogo, las clases de Ingles hacen las veces de un tanque de Oxigeno. Y ya no hablemos de Lucy y LR, ellas iluminan mi existencia. Aun cuando solo sean un sueño inalcanzable. Mis series de TV favoritas, la Pc, el internet, los amigos, y algunas cosas mas, hacen que me olvide por un momento de todo lo malo.
Y siempre me levanto con optimismo al siguiente día, esperando que el mundo sea mejor. O al menos el mio.
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