martes, 13 de octubre de 2009

Los enviados.

Los demonios estan enfrente de mi, esperando a dar el golpe final. Han regresado con mas fuerza que nunca a intentar acabarme. Por desidia, he dejado de luchar, y es por eso que se han hecho fuertes. No es que sean superiores a mi, simplemente me dejo vencer, por razones propias de mi alma atormentada.
Yo ahi, postrado en un rincon sin salida, lleno de sangre, derrotado, de rodillas y con la cabeza gacha, espero la terminación del ritual al cual estoy siendo sometido. Dolor, miedo, desesperanza me rodean, y mas que los golpes, esos sentimientos son los que me estan matando. Me duele la cabeza, pero solamente la parte derecha de mi cerebro.
Los demonios me miran con los ojos de fuego y las bocas sedientas de sangre, ansiosos por dar el golpe final.
Subitamente, recuerdo a aquellos que estan conmigo, aquellos a quien he amado, y a mis amigos, mi familia. Una sonrisa triste se dibuja en mi rostro, y esos recuerdos se vuelven sentimientos...es como si a cada recuerdo, mis sentimientos se estuvieran haciendo mas y mas fuertes...
Alzo la cabeza y observo algo extraño en los demonios. Ellos, con su fuerza sobrenatural, pueden ver cosas que otros no pueden...alcanzo a escuchar algo sobre una luz. Mientras tanto, puedo mover los brazos y estoy a punto de levantarme. Los Enviados muestran signos de preocupación, se mantienen firmes, pero se puede ver en sus rostros un temor que va creciendo conforme me voy incorporando.
Me pongo de pie, y los enviados estan a punto de estallar, cuando de mi pecho surge una luz que incluso yo mismo puedo ver, quedan cegados y corren despavoridos, luego de percibir de donde viene dicha fuerza.
Se van gritando y maldiciendo, y escucho como se alejan poco a poco. Empiezo a seguirlos con un paso lento y temeroso, pero impulsado por una fuerza muy poderosa...no se si estoy soñando, o es parte de una alucinación, pero logro escuchar voces, muchas de ellas familiares, pero la mayoria con el mismo mensaje:

No te dejes Vencer, Ten fe, Tu eres un ser poderoso!

Finalmente, los enviados desaparecen de mi vista. Estoy muy cansado como para poder seguir de pie...me dejo caer al suelo duro y aspero, no siento ningun dolor...

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