miércoles, 25 de noviembre de 2009

Que pasara?

Y ahí estaba él, esperando el autobús que le llevaría a casa. Desde hace meses que la misma imagen se repitia, una y otra vez, sin el menor indicio que fuera a cambiar, al menos de manera inmediata. Él miraba al cielo mientras suspiraba recordándola, y por momentos, una lágrima recorria su rostro...se contuvo ante la proximidad de una persona, suceso totalmente inesperado , dado que en todo este tiempo, el era el único que esperaba el autobús de las 10 en ese lugar. La persona desconocida se sentó al lado suyo y pudo verla a plena luz. Una chica con mirada triste, pero muy hermosa. El miraba al frente, lleno de un nerviosismo escasamente presente en él, al menos desde la primera vez que se enamoro.
El autobús apareció y ambos se subieron. Él se sentó en la parte de atrás y ya no pudo observarla mas. Ella se bajo primero que él, y la tristeza se apodero nuevamente de su alma. Se resigno, puesto que la chica en cuestión le había llamado poderosamente la atención, cosa que no sucedía desde hace mucho tiempo.
Llego a casa, y la encontró mas vacía que nunca. Abrió el refrigerador buscando algo que beber, encontrando solamente agua fría. Tomo dos vasos y se fue a la cama, que la jornada había sido larga y al siguiente día tendría que levantarse muy temprano para continuar con sus labores cotidianas.
Una vez mas, cerca de las 10, se vio en el mismo escenario, sentado en el autobús meditando sobre los sucesos rutinarios del día. La chica del día anterior había sido nada mas que un recuerdo, ahora lejano.
La vida o el destino, o como le quieran llamar, tienen en ocasiones extraños designios, y así lo penso él, al ver aproximarse a la chica del día anterior. Por un momento dudo que fuera ella, porque iba muy abrigada, ya que el clima era muy frió en esos momentos.
La chica, con la misma expresión triste que él recordaba, revisaba la hora ansiosamente en su reloj, y de repente se sintió observada. Al voltear, se encontró con que él la veia, como intentando explicar su presencia ahí. Con una mirada y sonrisa triste, ella alcanzo a decir un Hola, Buenas noches, a lo cual él respondió con una sonrisa forzada. El autobús se aproximaba y el sentía que estaba dejando pasar una gran oportunidad.
Al subir al autobús, solo quedaba un lugar desocupado, el cual le cedió a la chica de la sonrisa triste. El se quedo parado a una distancia prudente para poder observarla mejor. Y ahí quedo todo...
Al llegar a casa, el se sintió un poco tonto, al no haber aprovechado la oportunidad que tenia ante él. Que era lo peor que podía pasar? conocer a gente nueva no me caería mal en estos momentos, pensó.
Al día siguiente en el mismo lugar, como siempre, esperó a la chica que había logrado captar tanto su atención. En esa ocasión no apareció, y la melancolía le volvió a atrapar. Así estuvo esperándola por varios días, siendo todo esos esperas inutiles.
Después de haber perdido toda esperanza de poder hablar con la chica de la mirada triste, un día en el que hacia mucho calor, apareció de la nada, con un aspecto fantasmal y con una tristeza aun mas acentuada que la primera vez que la vio. Ella se sentó a su lado, casi al punto del llanto, según pudo observar él. Se armo de valor, y alcanzo a pronunciar un "buenas noches". Ella voltio y no se pudo contener mas, las lágrimas brotaron de su rostro hermoso y triste. El no sabiendo que hacer, alcanzo a sacar un pañuelo del bolsillo y se lo ofreció. Ella le alcanzo a decir " Gracias" aunque casi imperceptible. Ese día, por azares del destino, el transporte tuvo un retraso de 30 minutos. Él aprovecho para hacerle platica a aquella chica que tanto le había llamado la atención. Después de unos minutos de una extraña incomodidad, ambos empezaron a sentirse mas relajados, e inclusive pudieron reírse de algún acontecimiento tonto ocurrido en los días pasados. Por fin el autobús llego y ambos subieron, venia casi vació. Ella busco asientos en una fila de en medio, y le invito a sentarse a su lado. Ambos se miraron, y una sonrisa se dibujo en sus rostros por un segundo. Luego de eso, continuaron platicando. Ella se bajo antes que él, pero ahora ya no se sentía tan triste. La esperanza había regresado a su vida. Se acostó pensando en esas lágrimas y en esa sonrisa, y por primera vez en mucho tiempo, pudo descansar sin ese peso que le atormentaba desde hacia muchos meses.
Al día siguiente, se volvieron a encontrar...y la historia continuo su curso.


No hay comentarios.: