Tengo ante mi, la calle tal y como la recuerdo en la foto. no salgo de mi asombro al darme cuenta en donde me encuentro y pienso que es aquí a donde debo llegar. Cual va ser mi sorpresa al ver esa casa, tanto tiempo llena de vida, y que en los últimos años se volvió tan silenciosa...me quedo viendo la fachada, anonadado, tratando de contener el sentimiento de tristeza que me invade al verla.
Tomo valor, e ingreso, y esta tal y como la vi por ultima vez. La recorro, pero no encuentro a nadie, lo cual es motivo de frustración y algo de tristeza porque en mis adentros, esperaba encontrar a alguien que pudiera darme alguna orientación.
Me siento en la mesa redonda de la cocina, a observar cada detalle, cada utensilio, cada rincón, tratando de evocar los momentos vividos, y lo consigo, y casi estoy a punto de llorar. De repente, de la terraza viene un sonido, una voz familiar, que casi no puedo creer que este escuchándolo...me grita:
Quiquenale con huevo y frijales!
Cuando escucho esta frase me levanto de volada, y salgo corriendo hacia la terraza, y ahí le veo, sentado en las sillas de metal, con un libro en la mano, con aquella sonrisa burlona que siempre lo caracterizo. Me quedo de piedra, porque no puedo creer lo que esto viendo...y quedo aun mas sorprendido, porque junto a él se encuentra otra persona, de la cual escuche hablar muchas veces, pero que nunca tuve la oportunidad de conocer.
Ambos me miran y se ríen, por mi actitud, de sorpresa e incredulidad, pero lleno de alegría, y no puedo contenerme, y las lagrimas corren por mi rostro...
De verdad son ustedes? Puedo abrazarlos? Las personas con las que me he topado me han dicho que no es posible. - Ambos se miran a ver y sonríen.
Claro que puedes, aprovecha el tiempo que se te ha concedido, que probablemente no tengas otra oportunidad.- se levanta, me abre los brazos y nos fundimos en un abrazo que me parece eterno, y siento paz y tranquilidad de poder por fin tener frente a mi a esta persona.
Aun sigo llorando, y ambos me invitan a sentarme con ellos. La persona mayor, con la autoridad que siempre le caracterizo, me dice:
Me da mucho gusto verte hijo, pero el tiempo apremia. Queriamos verte, porque él te queria conocer, y yo, para guiarte en este camino.
Entonces aun no ha terminado todo esto? le alcanzo a decir mientras me enjugo las lágrimas después de tan emotivo encuentro.
Todavía no hijo, quisieramos poder decirte todo pero no podemos. Lo único que estamos autorizados a decirte es cuanto te queremos, y cuanto los hemos extrañado, No sabes cuanto - Nuevamente, noto en él la misma tristeza que mis dos anteriores anfitriones.
Recuerda, que yo siempre fui un buen padre, pero un mal esposo, y espero que todas las historias que has escuchado a lo largo de los años te hayan servido de algo hijo. Yo asi fui y nunca iba a cambiar, pero tu puedes hacer la diferencia, te he observado y he visto que heredaste las cosas buenas de nosotros, sobre todo tu amor por los libros. - Ambas personas se miran, y asienten con la cabeza.
Es momento de seguir, ya no podemos hacer mas por ti, a donde vas no lo sabemos, pero si te podemos decir que estas cerca de llegar. Nada mas no olvides lo que te ha dicho, ni tampoco lo que te han dicho los que han estado antes de nosotros. Nunca olvides estas palabras, te queremos, así como los queremos a todos ustedes. - En ese momento se levantan y caminan para dentro de la casa, mientras yo sigo ahi sentado, con las lágrimas brotando, lleno de alegría, de paz y de nostalgia. Al llegar ellos a la puerta, veo a varias personas mas, que logro identificar plenamente, y me quedo de piedra nuevamente. Uno de ellos me dice:
Sigue tu camino, que ya estas a punto de llegar al final de el. Cuidate mucho y no olvides lo que se te ha dicho.
Cierro los ojos, y al abrirlos, ya no están, y me siento tranquilo, pensando en el porque de su presencia. Llego a la conclusión de que aparecieron para darme las fuerzas necesarias y de paso recordarme ciertas cosas que había olvidado. Me levanto, para seguir mi camino, no sin antes darle un ultimo vistazo a la casa, aquella vivienda que tantos recuerdos tiene para mi.
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