miércoles, 27 de octubre de 2010

Que extraño...

...el que yo este absorto en mis pensamientos en el trayecto hacia el trabajo.
Esto ha sucedido desde mis épocas estudiantiles, mientras me dirigía a la escuela, o algún lugar, teniendo al camión como mi lugar preferido para las jaladas mentales.
Por años esto ha sido una constante, en mis trayectos hacia mis diferentes destinos, suelo reflexionar y pensar sobre diversos temas de índole personal o general. Muchos de los post plasmados en este blog han salido de esas tantas travesías a través de los rincones mas oscuros de mi cerebro. 
Mi amigo Gerardo decía que pensaba demasiado las cosas, y que eso era una bendición y a la vez una maldición. Para ciertas situaciones se requiere un poco de meditación, pero no para todas. Ahí es donde esta el asunto. Hay que actuar muchas veces en el momento y no esperar demasiado, porque puede ser muy tarde.
Por mucho tiempo, he leído y releído mis numerosos escritos y se nota una evolución, de la melancolía a la paz, pasando por la alegría y muchas veces por la frustración.
En resumidas cuentas aquí estoy, tratando de seguir adelante. Hoy, en el trayecto hacia mi trabajo, pensaba en lo tranquila que esta mi alma. Lejano veo los días en los que los recuerdos y los tristezas me atormentaban todo el tiempo, y me orillaban a pensar demasiadas cosas que espero no volver ni siquiera a considerar.
Todo esto se debe a alguien que llego a mi vida. Ella ha traído equilibrio, paz y luz a mi oscura alma, y cada vez, las nubes negras se disipan en el firmamento.
Eso venia pensando el dia de hoy, y era tal mi concentración, que cuando volví a la realidad, ya estaba a las puertas de mi oficina...

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