jueves, 18 de noviembre de 2010

La Vida sigue (Angel, 2 parte)


En los últimos meses, ella se había consagrado a sus tareas cotidianas, de forma que entre el trabajo, la familia y los amigos, le queda poco tiempo para otra cosa.
Pero al llegar la noche, sonreía al pensar en el, que constituía la alegría, sus penas y su amor, sobre todo su amor. En este ultimo año las lecciones habían sido duras, y los momentos no muy gratos se acumulaban con el paso del tiempo, pero ahí seguía, porque la fuerza era poderosa en ella, y cada día que pasaba percibía como su entorno estaba cambiando a pasos agigantados.
En uno de esos tantos dias ajetreados y cansados, y aun un poco enojada por causa de un niño malcriado, se sento en la cama, se quito pacientemente los zapatos, y los empezó a observar con indiferencia. Se agarro los cabellos, con saña e impotencia, y quizo llorar. Pero no un llanto de tristeza, si no mas bien para sacarse esa sensación desagradable que venia arrastrando desde la mañana.
Súbitamente, sintió la presencia de alguien junto a ella, y una figura se materializo de la nada. Evidentemente, se asusto y se froto los ojos, en un intento absurdo, ya que con ello no lograria que la persona que tenia enfrente desapareciera.
El: No te asustes, toma mi mano.
Conforme pasaban los segundos, fue sintiendo mucha paz, y del nervisismo inicial, paso a un estado mas relajado.
Ella: Creo que mi madre tiene razón, ya no debo pasar tantas horas delante de la caja idiota, digo como puede aparecerse alguien de la nada así como así? ni en mis peores pesadillas!
Su interlocutor, ignorando el comentario, le dijo en un tono de voz pausado y dulce.
El: He venido a verte una vez mas. No espero que creas todo lo que vez, ni tampoco intentes buscarle sentido, porque no lo tiene. Puedo ser producto de tu imaginación, o ser real, eso no importa. El estar aqui es simplemente para darte fuerzas y coraje, en estos momentos de mayor debilidad. He visto como has luchado estos meses, y como has progresado, me siento muy orgulloso de ti, Ivana.
Al escuchar esto, sintió como su corazón empezó a latir a mil por hora, e intento retroceder, pero llevada por el miedo o por el desconcierto,no pudo hacerlo. Quizás este sentimiento hizo que notara algo en sus ojos y se le hiciera familiar, aunque sin saber de donde provenía, ya que no recordaba haber visto a esta persona en toda su vida.
El: claro que nos conocemos, pero no tuvimos la oportunidad de intercambiar palabras. Busca en tus sentimientos y hallaras la respuesta a mi identidad.
Ivana no logro identificar quien o que era, o de donde lo había visto. Al fin y al cabo, no importaba, pensó.
Ivana: Bueno no sigamos perdiendo el tiempo y dime que eres o para que estas aqui. 
El desconocido esbozo una sonrisa, y suspiro profundamente, antes de proseguir.
El: He visto tus progresos estos últimos meses Ivana, y me siento satisfecho de estar cumpliendo con mi cometido. Me alegra verte sonreír, disfrutar de la vida, y observar como dia a dia luchas para salir adelante. Cuanta diferencia a hace un año cuando estabas...
Ivana le interrumpe con un ademan de mano.
Ella: como? hace un año? pues es que ya me habías visto, o que paso? ya no estoy entendiendo. dime! dime!
El: tranquila, tranquila, acaso no recuerdas aquel correo, aquella sensación, aquella luz...
Y entonces todo cobro sentido. Se quedo muda de la impresión y volteo hacia otro lado, inundada de algo parecido a la vergüenza.
El: no te preocupes, yo entiendo. Es normal que te sientas así, yo muchas veces he querido revelarme y darte los ánimos necesarios, pero no es me posible. De hecho, no debería estar aquí y ahora, no se me permite intervenir, pero no me gusto lo que vi y preferí materializarme para estar aquí presente y darte los ánimos necesarios. Aunque debo decir que ya estoy tranquilo. En aquella oportunidad, yo urdí los hilos para acercarte a esa persona que ahora ocupa tu corazón, y que tantas alegrías te ha traído. Se cuando le importas y por eso he fomentado y apoyado el que continúes con esa relación. Te ha hecho mucho bien, el amar y ser amada, y quiero que siga así. Se que les ira bien, aunque no me preguntes como lo se. Quisiera revelarte muchas cosas mas, pero no se me esta permitido. Por lo pronto, hoy hace un año estaba aquí mismo, junto a ti, y ahora veo con alegría que estas mucho mejor. Espero que siga así, que te esperan mejores cosas de ahora en adelante, nada mas no te des por vencida. Dentro de ti hay una gran fuerza y mucho valor, y sobre todo, sobre todo, mucho amor. Eso es lo que mas me gusta de ti, ese amor tan grande que le profesas a la vida y que me  conmueve muchas veces. No te preocupes, que yo ahí estaré, pero se que poco a poco el tiempo ira haciendo su trabajo, y ya no me necesitaras. Pero no importa, mi misión se habra cumplido.
Cuídate mucho que...
Ana despertó súbitamente, aun desconcertada por lo que acaba de pasar. O soñar. Realmente no importaba.
Se quedo ensimismada en sus pensamientos, mirando alrededor del cuarto, porque le pareció muy real. Sintió el impulso de mirar hacia afuera, y sonrió, al ver tantas estrellas y la luna en todo su esplendor.
Ahora si, pensó, nada me detendrá.

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