viernes, 15 de octubre de 2010

Las Benditas Comparaciones

Por que no soy como fulanito/a? porque no he hecho las cosas como el/ella?


Este argumento lo he escuchado incontables veces en muchas personas. Precisamente anoche, hizo acto de presencia. En ese momento procure no pensar en el asunto, porque bueno, las prioridades eran otras.
Hoy mientras venia al trabajo, reflexionaba sobre al asunto. Siempre me he negado a pensar que debemos vivir bajo el estándar de alguien mas. Es decir, que si no el camino de fulanito/a,  o alcanzo las mismas metas que el/ella alcanzo, mi esfuerzo, meritos y/o logros no sirven de nada.
Me niego a creer que es asi.
Por muchos años me sentí inferior (tontamente) a algunos compañeros de generación. Porque? Bueno, ellos fueron brillantes en su desempeño escolar, y aun ahora siguen demostrando dotes increíbles en sus respectivas áreas. La experiencia me ha enseñado que el sentirse inferior es algo que no deberíamos permitirnos. El tiempo me ha dado la respuesta del porque me sentía inferior a esas personas (que en muchos casos, son mis amigos, y si no lo son, les tengo una profunda admiración).
La realidad, es que por mas que intentemos compararnos, jamas podres emular los triunfos (o fracasos) de alguno de nuestros semejantes, jamas. Todos contamos con características diferentes, y esto nos hace actuar de diferente manera (a veces) ante la misma situación.
Como ejemplo, puedo decir que yo soy muy bueno con el trato con la gente,  en cuestiones de software, Internet e informática, pero no saber reparar un motor de inducción. Puedo comprender el principio de su funcionamiento, incluso identificarlos, pero no poder repararlo. Esto me pone en desventaja ante alguien que si sepa, lo que puede dar pie a las benditas comparaciones. Pero hay que considerar varias cosas. 

- Yo no he reparado un motor en toda mi corta experiencia laboral, me falta experiencia
- Los motores de inducción no son de mi interés.
- Decidí estudiar un área diferente a la eléctrica.

Y así podríamos enumerar mas y mas argumentos. El caso es que la persona que sepa reparar un motor de inducción, quizás no sepa como lidiar con la persona que es propietaria del equipo (Atención a clientes). O no sepa elaborar una factura (uso de la PC). Y esta bien, no tiene nada de malo. La persona que repara motores, puede aprender a usar una computadora, o hacer muchas cosas mas, pero no igualar lo que el otro hace, o al menos, con el mismo interés. Caso similar con el experto en informática, que no podrá reparar un motor de inducción, o no cuente con mucha experiencia en ello. Podemos aprender, pero quizás nunca podamos igualar sus habilidades, o bien desarrollar nuestro propio modo de hacer lo mismo. El fin justifica los medios, versa un dicho popular, pero el hecho de que ambas personas no utilicen la misma metodologia para resolver el problema, no los hace menos el uno del otro.
Esta argumentación tiene muchas grietas, pero la finalidad de plasmarla era mostrarles la linea de pensamiento acerca de las comparaciones, que me hacían reflexionar durante mi trayecto a la oficina.
Por otro lado, las comparaciones son un arma muy dañina para quien decide usarla, sobre todo en ámbitos familiares y laborales. En algún momento, seremos victima de ellas, en mayor o menor medida, dependiendo de como lo asimilemos.
A ti (que ya sabes perfectamente quien eres) te digo que las comparaciones pueden hacerse con la intención bizarra de hacerte sentir mejor, motivarte o humillarte. Tu decides como lo quieres tomar. Nunca podrás ser igual a fulanita/o. Simplemente eres tu, un ser único y especial, que tiene defectos y virtudes, pero al fin y al cabo, tu. Lo que importa (y ahora lo se) es que seas feliz con lo que eres y con lo haces, pero no lo busques a través de las comparaciones de lo que otros han logrado. Yo no soy menos porque no tengo un vehículo BMW, pero soy inmensamente feliz con mi chevy que me lleva a todos lados. Si me pongo a comparar, en algún momento me voy a sentir una cucaracha fumigada por no tener un BMW, cuando estoy dejando de lado el hecho de que mi chevy me hace feliz y satisface mis necesidades. 
Esto no es una oda a la mediocridad ni mucho menos. Como refería en lineas anteriores, puedo luchar por lo mismo que fulanito/a, pero hacerlo en mis propios términos, con mis limitaciones o ventajas, pero eso no demeritara el esfuerzo ni lo que haya tenido que hacer para conseguirlo.
Facundo Cabral lo resume perfectamente en una de sus canciones: 

Caminante no hay camino, se hace camino al andar.

Antes de que empiecen a desgarrarse las ropas, todo esto es motivado por lo sucedido a esta persona, sin el afan de sentirme superior o tener la ultima palabra. Como mencione, este post tiene muchas grietas (demasiadas diria yo) y no alcanzo a cubrir todos los casos y/o situaciones. Simplemente quise externar mis pensamientos. 
Y nada mas.

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